GESTIÓN FINCAS RÚSTICAS. Quién conoce el campo, quien gestiona fincas rústicas, conoce sus secretos. Sin embargo, gestionar una explotación agraria supone tomar numerosas decisiones que van más allá del punto de vista técnico. En primavera los trabajos se aglutinan y las cosas se complican. La eficiencia resulta fundamental para maximizar nuestra cosecha, y eso requiere tomar un enfoque desde el punto de vista empresarial. Por ese motivo, una buena administración de fincas nos ayudará a manejar con resolución y efectividad nuestras parcelas.
¿Por qué la primavera es un momento crítico en la administración de fincas?
La primavera es la época del año donde nos lo jugamos todo, de ahí que la organización empresarial sume importancia para mantener todas las circunstancias, previstas y sobrevenidas, bajo control. Una gestión de fincas rústicas optimizada, logrará que lleguemos a los tiempos marcados y aumentar la productividad de la cosecha.
Comenzamos esta pregunta planteando que la primavera es un momento crítico en la agricultura y es que son muchos las atenciones que las plantas pueden requerir en un corto período de tiempo si no nos planificamos adecuadamente. Cuidados a los que causas externas, como un largo período de lluvia que imposibilite el trabajo en el campo, podrían ocasionar llegar tarde, con las inevitables consecuencias de minimizar nuestra cosecha. De ahí que una correcta planificación para actuar temprano y que nos aporte margen para maniobrar será relevante para conseguir los mejores resultados y evitar sorpresas desagradables.
En el período primaveral se desarrollan trabajos de fundamental importancia como terminar la poda, recoger los restos, sacar la leña, picar el ramón, control de la cubierta vegetal, realizar tratamientos fitosanitarios y fertilizaciones foliares, arreglar sistemas para comenzar con riego y fertirrigaciones, pueden aglutinarse si no precisamos los tiempos en que debe ejecutarse cada actividad. Y si esto ocurre, nuestras plantas peligrarían quedando expuestas a la cubierta vegetal, enfermedades, y otros agentes perjudiciales para su desarrollo vegetativo.
Cómo hacer la gestión de una finca rústica en primavera
En primavera existe una gran concentración de trabajo, y a eso, debemos añadir que se puede juntar con largos períodos de lluvia que impiden la labor en el campo. Este momento, el más exigente de todo el año, no debe manejarse precipitadamente. Lo más recomendable es adelantarse en los trabajos para prevenir problemas y sortear contratiempos.
Centrarnos en este momento tan crítico con el objetivo de conseguir un buen tallo será la clave para sacar adelante no sólo la cosecha del año presente, también la del siguiente. Para hacerlo posible, debemos atender a tres factores fundamentales:
- La poda.
- La cubierta Vegetal.
- Los aspectos de nutrición y fitosanitarios.
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La importancia del tiempo en la administración de fincas rústicas
No sólo hacer bien las cosas es un factor de relevancia en el campo, el tiempo en el que se desarrollan también es decisivo.
En ese sentido, debemos saber con seguridad cuál es la fecha en la que realizar cada actividad o tratamiento. El momento en que ser poden las plantas, determinará, por ejemplo, en el caso del olivo, la fuerza con que saldrá y la fecha de su brotación. Una cosecha tardía puede dar lugar a una lentitud en el desarrollo de la planta, mientras que a la inversa, una cosecha temprana, generar otro tipo de daños que afecten a su brotación.
No sólo en la poda es importante el factor tiempo. También juega un papel relevante cuando se trata de determinar la fecha en la que eliminar la cubierta vegetal o en la que realizar los primeros tratamientos foliares del olivar y otros cultivos leñosos. Pues todos estos aspectos en el momento adecuado proporcionarán fuerza al desarrollo de la planta.
Asimismo, será la planificación y gestión del trabajo la que nos revelará cuándo realizar la poda. Y la poda, la que nos dirá cuando eliminar la cubierta. Y estos dos, en qué momento de la primavera comenzar el primer tratamiento foliar.
Factores fundamentales en la administración de fincas.
Cuando hablamos de desarrollo vegetativo, no se trata únicamente de buscar el cuaje de la flor, sino de tener una planta fuerte desde el primer momento. Por eso, como agricultores o gestores de una finca, debemos tener muy presente dos aspectos esenciales:
- Cuánta cosecha producimos y de qué calidad es. Debemos procurar la máxima cosecha porque será la productividad la que cubra gastos y genere beneficios. Y para ello, tenemos que vigilar una buena floración y que asimismo tenga cuaje bien. Sin embargo, el resultado será en gran parte producto del trabajo del año anterior.
- Cómo es el desarrollo vegetativo de nuestra planta. Es fiel reflejo del estado general de la planta y de un trabajo bien hecho. Mientras mayor sea el desarrollo vegetativo, mejor estado de nutrición.
Control en la gestión de una finca.
Pero la primavera no sólo cobra importancia en la gestión de una finca por la concentración de trabajo, también por ser el período en el que se produce el mayor desarrollo de la planta, en torno al 90% de su intensidad. En un espacio de 4 meses dará lugar la floración, y cuaje del fruto. Y lo que es más importante, nos sacará el desarrollo vegetativo para el año siguiente. Si la planta brota, tendremos cosecha al año siguiente.
Como empresarios agricultores, nuestro objetivo es tener cosecha anualmente, con niveles medio-alto para conseguir la máxima rentabilidad. Y en en relación a eso, debemos estar alerta, y si vemos que nuestra planta no crece o su cuaje no es bueno, identificar las posibles causas:
- Cubierta vegetal. Es importante su manejo pues si se presenta en momentos inadecuados se puede producir una quemadura de la flor.
- Nutrición de la planta. Debemos proveer a la planta de nutrición abundante y variada a lo largo del año. En el caso del olivo, por ejemplo, el potasio es importante para su desarrollo, y el fósforo la floración y aporte de energía.
- Enfermedades. Tales como repilo o antracnosis. Si la planta enferma cae la hoja, y eso implica que pierde la capacidad de hacer fotosíntesis, un proceso vital para su crecimiento.
¿Qué nos encontramos tras una buena administración de la finca agrícola?
Si realizamos una buena administración de nuestras fincas agrícolas y llegamos a la primavera con los deberes hechos, no seremos vulnerables ante circunstancias sobrevenidas que en otras circunstancias hubieran sido dañinas para nuestra cosecha. Podría estar lloviendo dos meses seguidos y no sería un problema porque hemos realizado una gestión eficiente de la finca que protege nuestra cosecha.
- ¿En qué momento recojo mi cosecha?. El momento de la recolección determinará las acciones posteriores. Por ejemplo, si recojo mi cosecha en noviembre, puedo empezar mi poda en diciembre y me queda margen para trabajar en primavera. Sin embargo, si termino de recoger cosecha en febrero, se me juntaría con las labores de primavera.
- Limitar los periodos de poda. Debemos organizarnos con los períodos de poda para que no coincidan con las labores fundamentales, pues genera estorbo en nuestra finca y no nos permite controlar la cubierta ni realizar tratamientos foliares.
- Respetar la fecha del primer tratamiento foliar. En nuestra gestión de la finca debemos fijar, respetar y estar listos para los primeros tratamientos foliares a finales de invierno o principios de primavera. Es de suma importancia ya que determina la intensidad, velocidad y fuerza del desarrollo vegetativo de la planta. También es fundamental para control de plagas y enfermedades como el repilo.
En resumen, para tener una buena cosecha es muy importante realizar una buena administración de la finca agrícola para gestionar con eficiencia los trabajos fundamentales que deben desarrollarse en primavera. Con una buena organización cumpliremos las fechas y evitaremos que se aglutinen problemas. Pues no llegar al campo a tiempo es perder producción.
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